Cómo aplicar correctamente tus ampollas

Las ampollas faciales son cosméticos concentrados en un envase de cristal, cerrado herméticamente que sin duda son una de las grandes aliadas de tu piel. A continuación os explicaremos qué son, los beneficios que tienen frente a los serums y cómo puedes incorporarlas a tu rutina diaria.

¿Qué son las ampollas?

Cuando hablamos de ampollas faciales, solemos hablar de una formulación donde podemos encontrar una mayor cantidad de ingredientes activos con mayor nivel de oxidación. Al encontrarse en formatos monodosis, sellados herméticamente, hace que el producto mantenga todas sus propiedades. La duda que siempre suele venir a continuación es, cuál es la duración del producto una vez abierto, pues bien, está formulado para consumirse en un día pero si pasan 48h no pasa nada, podrás usar tú ampollita con total seguridad.

Ampollas VS Serums

En ocasiones este es el gran dilema a la hora de incorporar un tratamiento más especifico a tu rutina de belleza. Pero para saber cúal escoger, primero necesitas saber cuales son las grandes diferencias que existe entre estos dos productos. Diferencias:

Las ampollas presentan una mayor concentración de activos frente a los serum.
Las ampollas garantizan que los activos estén lo más estables posibles, ya que no entran en contacto con el oxígeno o la luz. Los serums sin embargo, al encontrarse en un formato de gotero están más expuesto a estos factores.
El formato monodosis de las ampollas lleva la dosis justa para tu rutina, lo que te permite no malgastar ni una gota de tratamiento.

¿Cómo se usan las ampollas?

Primero deberás introducir la ampolla en el rompedor que te permite abrirla con facilidad.
A continuación deberás sustituir el rompedor por el aplicador para ayudarte a suministrar bien el producto en tu piel.
Por ultimo, solo queda aplicar la ampolla en tu piel con un suave masaje hasta su completa absorción, dejando la piel lista para el siguiente paso.

¿Cómo incorporar las ampollas en tu rutina de belleza?

Las ampollas son un paso más de la rutina, y son mucho más fáciles de incorporar de lo que puedas llegar a pensar. En primer lugar deberás lavar el rostro con tu limpiador habitual. A continuación deberás aplicar la ampollita en rostro y cuello, y masajear hasta su completa absorción. Por último aplica tu crema de tratamiento habitual. Tienes que recordar que la aplicación de los productos va de menor a mayor densidad. Los productos menos densos primero y los más densos, los segundos. Esto garantiza su correcta absorción.